Las rosquillas son uno de los postres más tradicionales que tenemos.
Sirven para desayunar, como hamaiketako (comida de media mañana), de postre de la merienda...
Son un poco laboriosas y complicadas de freír. Al menos a mí es lo que más me cuesta.
Ayer me las pidió mi hijo pequeño y le hice unas pocas. Quedaron así:
Pablo se rechupetea los dedos con ellas y esta vez no fue menos.
Aquí dejo la receta.
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