Para el bizcocho:
- 3 huevos
- 1 pizca de sal
- 1 bote de kg. de piña
- 225 gr. de azúcar
- 250 gr. de harina
- 200 gr. de mantequilla
- 1/2 sobre de levadura
- 300 gr. de azúcar
- 100 gr. de agua
Se hace el caramelo líquido de la siguiente manera: se echa el azúcar y el agua en una cazuela. Sin revolver se deja a fuego medio hasta que hierva. Cuando hierva, se baja algo el fuego (que no deje de hervir pero sin necesidad de que sea a fuego fuerte) y se deja sobre 20 minutos. En los últimos 3 minutos, revolver con una cuchara para igualar el color doradito del caramelo.
Cuando llegue al tono dorado que nos guste, apagar el fuego y echar sobre el molde (si es desmoldable, mejor).
Dejar que enfríe un poco y colocar encima las rodajas de piña enteras que quepan (4 o 5 depende del tamaño del molde.
Ahora se empieza a hacer la masa del bizcocho.
Se ablanda la mantequilla en el microondas, 20 o 30 segundos. Justo para que se vea una un poquito de líquido, pero no más. Batir con varilla hasta que quede cremosa y batir de nuevo con el azúcar hasta que quede cremosa de nuevo.
Añadir las yemas de una en una.
Aparte montar las claras a punto de nieve echándoles al principio una pizca de sal, como para salar 1 huevo.
Añadir estas claras a la mezcla anterior. Ahora se deja la varilla para mezclar las claras con cuchara de palo con movimientos envolventes, sin batir.
Mezclar la harina con la levadura y añadir la mitad a la mezcla anterior. Una vez añadida la mitad de la harina echar un chorrito del líquido de la lata de la piña. Y después de mezclar lo anterior, echar tantas rodajas de piña partidas en trocitos como se quiera de las que han quedado después de poner encima del caramelo. Yo suelo echarlas todas (suelen sobrar 3).
Y una vez integrado todo, echar el resto de la harina.
Echar en el molde y repartir bien.
Precalentar el horno a 190º y al meter el bizcocho bajar a 180º. Dejar en el horno sobre 35-40 minutos.
Pinchar con puntilla o con palillo para saber si está hecho.
Sacar y dejar enfriar. Desmoldar los bordes, colocar sobre una fuente dándole la vuelta y quitar el fondo del molde con cuidado, de forma que ahora las piñas y el caramelo queda por encima.
El caramelo habrá sido absorbido por el bizcocho y no caerá líquido.
Sólo de pensar en él me relamo.
¡Que aproveche!