Como sigo enganchada al libro que compré en el Lidl y ayer fué el cumple de Salva, le hice estas galletas variendo ligeramente los ingredientes de la receta original. Porque tuviera algo dulce el mismo día de su cumple, porque celebrarlo, celebrarlo, lo celebraremos este domingo.
En la foto del libro tenían una pinta estupenda, que no es lo que me pasa a mí con las fotos, pero qué se le va a hacer.
El descubrimiento de estas galletas ha sido que la textura por dentro no es de galleta, es como de bizcochito. Quedan duritas por fuera, pero cuando las muerdes, de repente ya no están duras, son blanditas. Y además la sensación es de chocolate refrescante, porque tienen un toque de cardamomo y un toque de anís, que hacen que no sean pesadas, como ocurre con otras galletas.
Así que han sido todo un éxito.
Con la receta que dejo aquí, salen unas 36 galletas. Pero de ayer a hoy han desaparecido. Entre la cena de anoche y el desayuno de hoy se terminaron la mayoría. Y hoy después de comer las hemos rematado.
Está claro que no puedo hacer nada en esta casa, no dura ni un asalto, jajajaja. Repetiremos y nos rechupetearemos los dedilios.
Así quedaron:
¡¡Felicidades Aita!!
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