El nombre a esta tarta se lo ha puesto mi cuñado Ángel porque las capas de la tarta le recuerdan a las excavaciones de la ciudad Romana. Y como me gusta cómo suena, así la hemos bautizado.
Es una tarta mezcla de varios sabores que me parecían interesantes: mousse de chocolate, mousse de mascarpone y base de galletas Digestive de chocolate.
Prefiero el queso mascarpone a los quesos de untar como el de Philadelphia, su sabor me resulta más suave.
Es una tarta que no empalaga nada, porque compensa lo dulce que pueda ser la capa de chocolate con la capa blanca del queso mascarpone.
Es muy importante tenerla fuera de la nevera al menos media hora antes de comerla, para que algo del frío de la nevera desaparezca y la base de galleta no esté muy endurecida.
Si se sirve en este punto el éxito es total. Está deliciosa.
Este es el aspecto que tiene:
Por mucha nata, queso, chocolate o galletas que tenga, este tipo de tartas facilísimas de hacer y deliciosas al paladar, son muchísimo más sanas que cualquier postre que podamos comprar prefabricado.
¡Ánimo con la repostería casera!¡Para chuparse los dedos!
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