- 2 huevos grandes
- 140 gr. de azúcar
- 250 gr. de leche entera
- 80 gr. de aceite oliva suave
- 250 gr. de harina de repostería
- 50 gr. de cacao puro sin azúcar
- 1/2 sobre de levadura Royal
- 8 gr. de bicarbonato
- 1 pizca de sal
- Canela
- Pepitas de chocolate blanco y negro
Se echa en un bol el azúcar y encima los dos huevos. Y se mezcla todo con un tenedor sin batir en exceso. Sólo mezclar. Después se añade la leche y el aceite y se mezcla un poquito, sin que se integre todo. Sólo un poquito.
En un bol aparte se junta la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal y el cacao. Se mezcla todo.
Esta mezcla de secos se añade a la mezcla de líquidos anterior.
El secreto de los muffins es que la mezcla final sea una mezcla no muy mezclada. Que tenga grumos. Que no se haya removido mucho. Así que lo único que hay que hacer es con un tenedor mezclar hasta que se empapen los sólidos.
Se colocan los papelitos de los muffins sobre los moldes y estos moldes sobre la bandeja de horno.
Se rellenan bastante. A mí me gusta rellenarlos mucho y no me importa que se me desparramen un poco.
Si no se llenan tanto, darán para más de 12 unidades.
Echar por encima un poco de canela y unas pepitas de chocolate al gusto.
Precalentar el horno a 190º. Introducir la bandeja y bajar la temperatura a 180º. Dejar entre 20 y 25 minutos.
Pinchar con palillo o puntilla para ver si ya están hechos.
Sacar del horno y dejar en la bandeja caliente durante 5 minutos antes de sacarlos. Si no, se corre esl riesgo de que el papel se despeque.
Dejar enfriar del todo en rejilla.
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