- 175 gr. de azúcar moreno
- 350 gr. de harina
- 3 huevos
- 120 gr. de leche entera
- 7-8 gr. de hierbabuena de bote
- 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 sobre de levadura
- Pepitas de chocolate al gusto (2 o 3 puñados)
- Azúcar glass para decorar
Si no se tiene la mantequilla a temperatura ambiente, meterla 30 segundos en el microondas (lo justo para que empiece a soltar liquidillo, pero nada más). Batir bien, con varillas, hasta que quede con textura de pomada.
Añadir el azúcar moreno y volver a batir.
Ir añadiendo los huevos de 1 en 1 integrando bien cada uno antes de añadir el siguiente.
Aparte batir la leche con la hierbabuena con la batidora.
Añadir esta mezcla a la mezcla anterior de los huevos y mezclar bien.
Precalentar el horno a 190º. Procurar tener el horno caliente al echar la mezcla en el molde para que las pepitas no se depositen en el fondo.
Juntar la harina, la levadura y las pepitas de chocolate. Ir incorporando poco a poco esta mezcla a la mezcla de los huevos y batiendo para integrar cada vez. El batido ahora no será enérgico, símplemente de mezcla.
Una vez integrado todo, untar el molde con mantequilla y harina.
Echar la mezcla bien repartida (es una mezcla poco líquida así que hay que distribuirla bien). Dar unos golpes con el molde sobre la encimera o la mesa para que queda toda la mezcla asentada en el molde y desaparezcan los huecos de aire que hayan podido quedar.
Meter al horno y bajar la temperatura a 180º. Dejarlo en el horno aproximadamente 35 minutos.
Sacar del horno y colocar todo, molde incluído, sobre una rejilla durante 10 minutos.
Al cabo de esos 10 minutos pasar un cuchillito por los bordes del molde y desmoldar a la rejilla de nuevo hasta que se enfríe definitivamente.
Con un té o con una menta poleo no tiene comparación. ¡A chuparse los dedos!
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