- Para la crema pastelera:
- 6 yemas de huevo
- 140 gr. de azúcar glass tamizado
- 50 gr. de harina de repostería tamizada
- 500 gr. de leche entera
- 1 cucharadita de vainilla (bien líquida o en polvo)
- 1 lámina de hojaldre comprada
- Mermelada de albaricoque
- 2 o 3 manzanas golden
Para hacer la crema pastelera:
Batir en un cuenco las 6 yemas de huevo. Añadir 70 gr. del azúcar y batir bien de nuevo. Añadir la harina y volver a batir.
Poner en un cazo la leche entera, con los otros 70 gr. de azúcar y con la vainilla. Cuando empiece a hervir apagar el fuego y echar 1/3 de esta leche al bol de los huevos mezclando bien.
Una vez bien mezclado echar el resto de la leche y mezclar todo.
Volcar de nuevo toda la mezcla en la cazuela y poner a fuego suave para que hierva sin dejar de revolver para que no se pegue. Cuando vuelva a hervir, dejar 2 o 3 minutos hirviendo (siempre sin dejar de revolver).
Volcar la crema en un bol y tapar con film transparente haciendo que el film toque la crema pastelera para que no se forem costra.
Para hacer la tarta:
Se coloca el hojaldre sobre un molde, con papel y todo y se adapta bien al molde. Se pincha el fondo y los laterales y se coloca encima del fondo papel de horno y unos garbanzos encima, para que al hornear se levante lo menos posible el hojaldre (aún así se levantará algo, pero no pasa nada).
Se hornea esto solo durante 15 minutos a 180º.
Se saca del horno, se quitan los garbanzos y se echa la crema pastelera distribuyéndola bien.
Se parten las manzanas en gajitos que se colocan bien distribuídos encima de la crema pastelera.
Se vuelve a meter al horno de nuevo a la misma temperatura durante 45 minutos (si se ve que se quiere dorar demasiado el hojaldre o la manzana, hacia el final, se puede tapar con un poco de papel albal los últimos minutos).
Sacar del horno sobre una rejilla y dejar enfriar algo. Sacar del molde y dejar enfriar del todo sobre la rejilla.
Una vez frío del todo, meter un poco la mermelada de albaricoque al microondas para que se ablande (si le hace falta) y distribuir por encima de la tarta.
¡Y listo! Chuparse los dedos es poco.
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